sábado, 7 de marzo de 2020

Ojos


Anoche, la reina de Inglaterra y yo tuvimos el mismo sueño. Sé que nunca me creerán, lo entiendo. Ella no lo sabe. Morirá sin saberlo. Que cómo lo sé: esas cosas se saben apenas despiertas. Acá señalarán las diferencias en los husos horarios. Ni ustedes ni yo sabemos cuándo duerme la vieja esa. Ajá, ¿y el idioma? Nadie habló.

Yo a esa señora solo la he visto en prensa y el televisión. Siempre trato de imaginarla mientras los alemanes bombardeaban Londres. Qué sentía entre toda esa incertidumbre.Qué pensaba de Churchill, de Stalin, de Hitler. Pero lo que pensaba de verdad fuera de todas esas capas de condicionamiento y educación real. A quién se quería tirar. A quién se tiró. Qué esperaba fuese su vida. Qué sintió cuando vio las orejotas de Charles.

Todos los jefes de estado que ha visto morir. Todas las guerras.

Mirábamos la Luna. Hacía frío. Nos despertó el calor de nuestro orine. Ahora lo saben.

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