sábado, 28 de diciembre de 2019

(Diez)


Gente a la cual tienes mucho tiempo sin ver. Las preguntas habituales. Familia. Estudios. Profesión. Vivienda. (Es probable que no preguntes por el carro pero sí que mires si asoma un llavero con alarma en su bolsillo). Medir y calibrar nuestras metas. Nuestros logros.

(Nueve)

Nuestro aspecto.

(Ocho)

Cuánta gente vemos todos los días. Cuántas una sola vez. Sí, eso somos para muchos; nuestro aspecto.

(Siete)

¿Recuerdas tu primera entrevista de trabajo?

(Seis)

La primera persona que te gustó.

(Cinco)

Consumir o crear contenidos.

(Cuatro)

Estamos donde sonreímos. Me lo dijo hace años una voz justo antes de despertar.

(Tres)

El tú que cepilla sus dientes antes de dormir el último día del año. Tu cara al despertar. Todas las cosas que suceden en el medio. Dentro de tu cabeza. En ese lugar fuera del tiempo habitual. Lejos de todos.

(Dos)

Toma cualquier día de tu vida. La sucesión de tus actos cuando nadie te ve (o al menos eso crees). Todas las máscaras que usamos. Nuestra voz al teléfono. Pedir/negar trabajo/dinero/favores. Saldo insuficiente. Dar pésames. La foto de la cédula. Redes sociales...

(Uno)

Coger con la luz prendida mirándonos a los ojos.

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sábado, 14 de diciembre de 2019

40


Me apellido Colina, y era habitual que en mi infancia me preguntaran si era familia del cantante. Siempre desde la burla homofóbica. Y siempre me incomodaba y lo negaba, también desde los gérmenes de homofobia que crecían en mí (y que murieron hace mucho). Y desde el racismo.

Porque desde niño ya te habían enseñado que no estaba bien ser marico ni ser negro.

Y Colina era un gran artista. Y espero que lo siga siendo. Que muchos lo sean.

Recuerdo una exposición en bachillerato, donde al nombrar los grupos étnicos en la colonía, al decir 'los blancos', me señalé, yo, que parezco un árabe norafricano. Y las palabras tajantes de la profesora: Tú no eres blanco, eres mestizo. Y fue incómodo. Y sí, eso soy. Una de mis abuelas, Luba, era chiquitica, pelo liso, descendiente de indígenas. Y de niño me decían que mi pelo era malo, y todavía tengo que jode, sin canas, así que bien bueno me ha salido, pues malo el pelo que se cae. Y las hermanas de uno de mis abuelos eran rubias de ojos azules. Y uno de mis bisabuelos era judío sefardí. Y acá viene la mejor parte, se apellidaba Maduro; pues es ese un apellido judío sefardí. De esos que huyeron de Europa cuando fueron expulsados de España. Que de Holanda pasaron a las Antillas y de ahí a nuestras costas falconianas.  

Porque los Colina son de Falcón. Y puede que comparta genes con Oscar de Jesús, quien nació en Coro. Y mi abuelo se vino a Cabimas caminando desde Churuguara.

Trato de imaginar mi vida si mi abuelo no hubiese sido hijo natural. Y que hoy en la escuela a uno de mis hijos le preguntaran si es familia del presidente. Cómo se sentiría.

Cuántos apliques hubiese tenido de haberme llamado 'Carlos Maduro'. Yo, que me salté el primer grado porque sabía mucho para mi edad. Que siempre fui el cerebrito del salón. Que leía (y leo) muchos libros. Que entré de quince años a la univeridad (y que nunca entregué la tesis y dejé esa mierda así). Ay, sí, Carlos Maduro.

Cierta orientación sexual, cierto color de piel, cierta estatura, cierto peso, cierta apariencia, cierto tipo de cabello, ciertas creencias, ciertos gustos, ciertas referencias, cierta orientación política, ciertos niveles de consumo. Cuántas cosas, ¿cierto?

Vive uno la vida que vive y también la que recuerda. De pedazo en pedazo.

Cuarenta cumplí hace pocos días. Pleno dentro de mí. 

Quiero vivir conMigo
Toda la vida
AmándoMe
AmándoMe (8)

 




sábado, 7 de diciembre de 2019

En otros


Compass, así con dos eses, en inglés, lo que en castellano conocemos como brújula. Aguja imantada que siempre nos indica el Norte magnético.

Con el compás dibujamos circunferencias. Líneas curvas cerradas donde todos los puntos equidistan del centro.

Compas, los amigos
Circulos
Donde solo ellos entran.

Líneas que los separan del resto. Afectos, diferencias, recuerdos, referencias, miedos, peleas, abrazos y gestos.

Mostrándonos tal cual somos. Buscarlos perdido el Norte. Contar con ellos. Y con los dedos de las manos, contarlos.

sábado, 9 de noviembre de 2019

Huellas


A Thom Yorke lo vi una vez en la cola para pagar en Makro. Imaginen mi sorpresa. Miré alrededor y la gente como si nada. Era el Thom Yorke que se tira en la piscina al terminar de tocar Anyone Can Play Guitar en el programa ese de MTV... Bueno, no creo que fuese él, pero se parecía igualito. Bajito y con su ojito dormilón. Fue un diciembre hace tanto.

Leí Autopista del sur, y a las semanas me tocó hacer una cola interminable, en, adivinen... Makro. Esa vez no me encontré con nadie famoso. Pero ahí estaba Cortázar. Bueno, lo que su obra hizo en mí. Y me imaginaba la situación como si fuese ese cuento. La ficción de lo cotidiano. El olor a detergente y a cauchos nuevos. Creo que fue en uno de los tantos febreros que he olvidado.

Una vez me encontré a Luis Britto García en una Filven que hicieron en el Teatro Teresa Carreño. Y por supuesto, cual fan enamorada, me acerqué a decirle cuánto admiraba su obra. Le hablé de la vigencia de El imperio contracultural: del rock a la posmodernidad. Recuerdo que estaba con un señor que no reconocí. Le ofrecí disculpas por la interrupción y hasta una foto me tomé con Luis Britto. Cada vez que recuerdo el episodio, pienso en la posibilidad de que el tipo también fuese un escritor famoso y yo ni fu ni fa con él. Y así con tanta gente tantas veces. Capaz y yo haya sido el único que notó al Thom Yorke de la cola de Makro. I'm a weirdo.

El cigarro que me fumé al salir del cine después de ver RocknRolla. Solo estábamos Patricia y yo en la sala. Última función. El estacionamiento del Centro Comercial y su único huesped. La colilla girando en el aire, toda slow motion. La velocidad y la aceleración de los objetos al ser atraídos al centro de la Tierra.

Cuenta María Kodama, que mientras esperaban en un hotel en Madrid que los buscaran para ir a cenar, un tipo delgado con acento inglés se arrodilla, le toma las manos a Borges y dice: «Maestro, yo lo admiro, leí toda su obra». La cosa ocurrió a principios de los 80. Borges, le dice: «Yo no veo. ¿Usted quién es, señor?». Dice el otro: «Soy Mick Jagger». «Ah», le dijo Borges. «Uno de los Rolling Stones», Jagger le contestó: «¡Usted no puede saber de mí!». Casi se desmaya.

Cantaba y le cantaban a Borges, no el Happy Birthday, sino Another Brick in the Wall Part 2. Borges cantando una canción de Roger Waters todos los años.

Saltar de un producto cultural a otro. Ideas que salieron de la cabeza de algún individuo para crecer y multiplicarse en las de tantos. Pisadas y huellas en el imaginario colectivo. Dejar pedazos por ahí que nos sobrevivan.

Recuérdame (8)






sábado, 12 de octubre de 2019

Canto


Cosas que me reten intelectualmente. Que me estimulen a pensar. Luces encendiéndose. Eso quiero. No es sencillo lo que vivimos. Nuestros instintos.

Ora actos individuales, ora totalidad que tratamos de aprehender con nuestro intelecto.

Cierta mañana de un sábado, vernos al espejo pregúntandonos cuánto nos queda. Cuán lejos está el final. (Canta, Héctor)

Las causas que abrazamos, esas que nos juntan con otros separándonos del resto.

Frente a mí, la portada de un libro que escribió un tipo a finales del siglo XIX. Quien murió en su último año. Diario de un hombre de éxito. De Ernest Dowson.

Tú en un foto vieja. Las nuevas generaciones sin recuerdos físicos. Vidas eléctricas. Apagados para siempre. Borrados.

Todos los que nunca volverán a este país. Tierras sin nosotros. Sin ellos.

Atados a los nuestros por hilos de sangre, de memoria.

La canción que somos.

Que seremos.

sábado, 20 de julio de 2019

Piénsalo


«Aschenbach había escrito expresamente, en un pasaje poco conocido de sus obras, que casi todas las cosas que existen son grandes porque se han creado contra algo, a pesar de algo...» La muerte en Venecia. Tomas Mann.

Piénsalo detenidamente. Contra cuántas cosas nos hemos enfrentado para llegar acá. Cuántas veces hemos sido el 'a pesar de' de otros.

Vuelvo sobre lo mismo, una y otra vez. Qué somos. Cuándo. Dónde.

¿Entes físicos singulares?, ¿vehículos genéticos?, ¿la autoconciencia del universo?...

Seres en situación. Ciertos aquís y ciertos ahoras.

¿Nada es humano fuera de la cultura?


Toda esa gente fuera de nosotros.


¿Que hace usted con su tiempo libre?


Y del mundo nos iremos un día

a ninguna parte.





jueves, 18 de abril de 2019

Dónde



Las fronteras como líneas imaginarias. Puntos que salieron a pasear por caminos acordados por los poderosos. Productos históricos. Hitos geográficos.

Y qué con aquellas que se hacen físicas. Hormigón. Acero. Balas.

Dices hoy, y es ahora. Mañana es una puerta que solo se abre a las doce. Es esa otra frontera. Cierto día, cruzarás la última. Y será tu fin.

Y si bien muchos ven la muerte como la frontera con cierto mundo ultraterreno, no pasan de ser meras especulaciones sobre las cuales se han construido innumerables mitos, ritos y religiones. Tan dados somos los humanos a eso para aliviar este sinsentido al cual somos arrojados después de ganar la lotería de la procreación.

Le pides a alguien que dibuje un círculo y seguramente dibujará una circunferencia. La línea curva cerrada que lo contiene. Esa donde todos los puntos equidistan del centro. (Muchos lo harán creyendo que ella es lo otro).

Las palabras cual cáscara de las cosas. Sin arriba ni abajo. Solo adentro y afuera.

Anuncia tu panza cuando el avión separa las ruedas de la pista. La línea de la costa. Cruzar el lecho de algún río. El brazo de hierro que sube y baja en la alcabala. Desiertos, llanuras y selvas; imprecisas, borradas, inexistentes.

No puede un país estar hecho solo de fronteras. ¿O sí?

Líneas saliendo de un rinoceronte. 916 445. Columnas de hormigas. Un cuadrado de poco menos de 960 Km de lado. Un elefante. ¿Una langosta?

¿Dónde comienza uno?


sábado, 23 de febrero de 2019

Carlos


No es la sociedad la mera repetición ampliada de nuestro entorno. El fractal como deseo, no como explicación.

Despiertas casi todos los días en el mismo cuarto. Sobre el mismo lado de la cama. Movimiento rápido de ojos mientras nos desplazamos en el tiempo. Rotación y traslación en un universo que se expande. Corrimiento hacia el rojo.

Supe de su existencia una mañana cualquiera en la televisión pública regional. Un documental sobre fractales. Por las imágenes generadas por computadora se veía que era viejo. Recuerdo buscar más información en Encarta; segundo click, abrir carpeta con recuerdos.

Lenguaje, algunos gustos, experiencias. Lo que nos acerca. Lo común. Pero está lo otro. Lo que suponemos propio.

The Impossibles. Una caricatura de Hanna-Barbera. Un trío de rock con superpoderes. Uno de ellos, Multi-Man, su poder, multiplicarse; una sucesión simultánea de instantes mientras se desplazaba. Cuadro a cuadro y palabra a palabra mientras leías esto. Heráclito nunca entra dos veces en el mismo bar. Zenón de Elea nunca logra entrar. Click en ambas referencias, abrir carpetas de conocimientos sobre dichos personajes. ¿Vacías?

I'm finding it hard
To hang from a star
I don't want to be...
Never want to be old

Nuestro punto sobre el mapa. Nuestra línea de tiempo. Nuestra capacidad de abstracción. Todo lo que sabemos. Lo que creemos saber. Lo que dudamos.

El niño de seis años, que una mañana en La Rosa Vieja, mientras veía un árbol, se preguntó por primera vez que era la vida.

La imposibilidad teórica (hasta ahora) de viajar al pasado. Nunca podré decirle que en ese momento comenzaba su verdadera vida. Que las hojas de ese mismo árbol servirían para cuando le diera lechina unos meses después. Que vería fallar un penal a Platini el día de su cumpleaños y que poco después millones de brasileños llorarían. Que su abuela moriría en un par de años. Que su luz se iba lejos del lago (estuario) pero que volvería. Que iba a llorar por un montón de cosas que cuando creciera le iban a parecer superfluas. Que todos esos esfuerzos para encajar y ser como el resto serían  una pérdida de tiempo. Que era distinto y eso estaba bien. Que tendría cinco hijos. Que todo comenzaría de nuevo.

Sullen and bored the kids stay
And in this way wish away each day
Stoned in the mall the kids play
And in this way wish away each day

Vive uno un día a la vez.

Que no aprenderá a bailar.

Vivir es esto.

domingo, 10 de febrero de 2019

Felis silvestris catus


Les voy a contar algo que aún me avergüenza. Cuando Carlos no era Carlos. Porque si bien somos una totalidad en tránsito, hay quiebres que nos hacen otros. Velos rasgados. Harán entre quince y veinte años de eso. Cuando aún creía cosas.

Una de tantas reuniones llenas de alcohol y conversa. Gente un poco menor que yo. Casi todos amigos de mi hermano. Dos cosas recuerdo siempre de ese día. La primera, haber pasado toda la noche tratando de recordar el nombre del gato de Gárgamel. Sin teléfonos conectados a Internet. Solo nuestra memoria. (Cuando era la Wikipedia de mis amigos). Ninguno lo recordó. (Cuando desperté al día siguiente, el nombre del gato fue lo primero que me vino a la mente, luego el ratón). La segunda, el motivo por el cual escribo esto: mi largo monólogo sobre los contenidos satánicos en las imágenes y videos del grupo Gorillaz. Qué tonto ese Carlos. El tipo se había tragado toda la historia que habían inventado alrededor de Murdoc. Industria cultural para el consumo masivo. Recuerdo haberle dicho a mi madre que no dejara que mis hermanas escucharan ese grupo. Mierda, qué pendejo era.

Toda esa gente que cree en en dioses (lo cual incluye al de la mayúscula). En las promesas de los políticos. En Arjona y Coelho. En la sostenibilidad de los patrones de consumo capitalistas. En la posibilidad de sistemas políticos-económicos basados en la 'bondad intrínseca' de los hombres. En la buena fe de las invasiones gringas. En la igualdad biológica entre hombres y mujeres. En que al final, el amor que recibes es igual al amor que das. En la homeopatía. En la fe. En la inocuidad del consumo de marihuana. En que al final hay recompensa. En tantas infografías. En videos sin contexto. En testimonios de evangélicos. En denuncias sin pruebas. En vírgenes y santos. En cabuyitas para el 'mal de ojo'. En falsas citas de Einstein. En culebrillas y no en Herpes Zoster. En que los nombres propios no deben cumplir algunas reglas de ortografía. En el cielo y el infierno. En la posibilidad de lograr todo lo que nos propongamos...

Duden, hijos. En especial de aquellos que hablan mucho y escriben.