sábado, 22 de febrero de 2020

¿Acaso alguien lo sabe?


Un adjetivo que he usado miles de veces y que ahora no encuentro. Regadas en el suelo las incoherencias, la falta de sentido, quebradas sus cinturas, regates perfectos, pase cruzado frente al arco y ni la sombra del ausente. Toda la jugada fue hecha para él. Sigue a cero el marcador.

Sé que aparecerá en algún momento, puede que mientras lave los platos, quizá en la boca de un amigo. Puede que no.

Hablo y hablo sin parar. Así creo construirme. Habitar los otros. A veces callo para que los otros vivan. Nunca sé cuando he hablado suficiente ni cuando callar ciertas cosas. ¿Acaso alguien lo sabe?

No reconozco mi propia voz en las grabaciones. El tipo ese que habla puede que ya no esté. Puede que de él solo quede ese pedacito. Otros su átomos.

Hablan con palabras que conozco pero no los entiendo. Estoy fuera; de ellos, del país que habito.

Hablo y hablo sin parar. Quiero explicarlo todo. Todo el tiempo.

Arrogante, esta es la palabra que buscaba.

La punta del dardo en el centro de la diana.

Gol.