sábado, 23 de febrero de 2019

Carlos


No es la sociedad la mera repetición ampliada de nuestro entorno. El fractal como deseo, no como explicación.

Despiertas casi todos los días en el mismo cuarto. Sobre el mismo lado de la cama. Movimiento rápido de ojos mientras nos desplazamos en el tiempo. Rotación y traslación en un universo que se expande. Corrimiento hacia el rojo.

Supe de su existencia una mañana cualquiera en la televisión pública regional. Un documental sobre fractales. Por las imágenes generadas por computadora se veía que era viejo. Recuerdo buscar más información en Encarta; segundo click, abrir carpeta con recuerdos.

Lenguaje, algunos gustos, experiencias. Lo que nos acerca. Lo común. Pero está lo otro. Lo que suponemos propio.

The Impossibles. Una caricatura de Hanna-Barbera. Un trío de rock con superpoderes. Uno de ellos, Multi-Man, su poder, multiplicarse; una sucesión simultánea de instantes mientras se desplazaba. Cuadro a cuadro y palabra a palabra mientras leías esto. Heráclito nunca entra dos veces en el mismo bar. Zenón de Elea nunca logra entrar. Click en ambas referencias, abrir carpetas de conocimientos sobre dichos personajes. ¿Vacías?

I'm finding it hard
To hang from a star
I don't want to be...
Never want to be old

Nuestro punto sobre el mapa. Nuestra línea de tiempo. Nuestra capacidad de abstracción. Todo lo que sabemos. Lo que creemos saber. Lo que dudamos.

El niño de seis años, que una mañana en La Rosa Vieja, mientras veía un árbol, se preguntó por primera vez que era la vida.

La imposibilidad teórica (hasta ahora) de viajar al pasado. Nunca podré decirle que en ese momento comenzaba su verdadera vida. Que las hojas de ese mismo árbol servirían para cuando le diera lechina unos meses después. Que vería fallar un penal a Platini el día de su cumpleaños y que poco después millones de brasileños llorarían. Que su abuela moriría en un par de años. Que su luz se iba lejos del lago (estuario) pero que volvería. Que iba a llorar por un montón de cosas que cuando creciera le iban a parecer superfluas. Que todos esos esfuerzos para encajar y ser como el resto serían  una pérdida de tiempo. Que era distinto y eso estaba bien. Que tendría cinco hijos. Que todo comenzaría de nuevo.

Sullen and bored the kids stay
And in this way wish away each day
Stoned in the mall the kids play
And in this way wish away each day

Vive uno un día a la vez.

Que no aprenderá a bailar.

Vivir es esto.

domingo, 10 de febrero de 2019

Felis silvestris catus


Les voy a contar algo que aún me avergüenza. Cuando Carlos no era Carlos. Porque si bien somos una totalidad en tránsito, hay quiebres que nos hacen otros. Velos rasgados. Harán entre quince y veinte años de eso. Cuando aún creía cosas.

Una de tantas reuniones llenas de alcohol y conversa. Gente un poco menor que yo. Casi todos amigos de mi hermano. Dos cosas recuerdo siempre de ese día. La primera, haber pasado toda la noche tratando de recordar el nombre del gato de Gárgamel. Sin teléfonos conectados a Internet. Solo nuestra memoria. (Cuando era la Wikipedia de mis amigos). Ninguno lo recordó. (Cuando desperté al día siguiente, el nombre del gato fue lo primero que me vino a la mente, luego el ratón). La segunda, el motivo por el cual escribo esto: mi largo monólogo sobre los contenidos satánicos en las imágenes y videos del grupo Gorillaz. Qué tonto ese Carlos. El tipo se había tragado toda la historia que habían inventado alrededor de Murdoc. Industria cultural para el consumo masivo. Recuerdo haberle dicho a mi madre que no dejara que mis hermanas escucharan ese grupo. Mierda, qué pendejo era.

Toda esa gente que cree en en dioses (lo cual incluye al de la mayúscula). En las promesas de los políticos. En Arjona y Coelho. En la sostenibilidad de los patrones de consumo capitalistas. En la posibilidad de sistemas políticos-económicos basados en la 'bondad intrínseca' de los hombres. En la buena fe de las invasiones gringas. En la igualdad biológica entre hombres y mujeres. En que al final, el amor que recibes es igual al amor que das. En la homeopatía. En la fe. En la inocuidad del consumo de marihuana. En que al final hay recompensa. En tantas infografías. En videos sin contexto. En testimonios de evangélicos. En denuncias sin pruebas. En vírgenes y santos. En cabuyitas para el 'mal de ojo'. En falsas citas de Einstein. En culebrillas y no en Herpes Zoster. En que los nombres propios no deben cumplir algunas reglas de ortografía. En el cielo y el infierno. En la posibilidad de lograr todo lo que nos propongamos...

Duden, hijos. En especial de aquellos que hablan mucho y escriben.