sábado, 11 de abril de 2020

Ando


Voy rodando. El asfalto, los carros, la gente. Sobre un par de ruedas. Este par de piernas. Tracción a sangre. La vida como sucesión-simultaneidad concatenada. Nuestra conciencia al respecto.

Ando y anda mi mente. Pensamientos que surgen ante ciertas imágenes. Palabras que intentan atrapar, delimitar, evocar, describir... Frases que llaman a otras. Cada giro de las ruedas marcando cierto ritmo. La tensión en los muslos y el ángulo de las corvas. Aparece un hilo del cual tirar. Más largo y grueso que el resto. No quiero perderlo. Pienso en lo genial que sería poder dejarlo a la vista. Recuerdo que para eso es la escritura; esa maravillosa extensión de la memoria. Intuyo algo valioso. Prefiguro. Me hago una idea nebulosa que debo llenar con palabras. No tengo nada con lo cual registrarlo ni donde hacerlo. Ni papel ni lápiz. Hace años que dejé de usar teléfono celular. Mi memoria cada vez más llena. Puentes sinápticos. Cientos de millones. Palabras en cierto orden. Repetirlas en voz alta como único recurso. Conjuro que hará aparecer esto que no quiero perder.

La aguja sobre el surco de los discos de vinilo.

El mismo camino que he hecho cientos de veces. Miro a la izquierda. Sobre mi hombro.Vuelvo rápidamente la vista al frente. Los sonidos. Mi cerebro procesando lo que percibe cada uno de mis oídos, mis orejas, lo que pasa a través de mi craneo, para poder indicarme la ubicación de la fuente emisora. Izquierda, derecha, arriba, abajo, atrás, delante.

Es el Efecto Doppler cuando te alejas de mí (8)

Nuestra incapacidad de percibir la totalidad. El tiempo; suerte de remedo ante la imposibilidad de la omnipresencia.

La palabra 'Río' en el carro que me pasa haciendo un ruido raro. Cadena de asociaciones.

Todo cuanto fui
se hunde en el río del cual soy
cauce y caudal. 
Causas y consecuencias. 
Tendida al Sol, 
la ropa limpia que habré de llevar,
desembocando.

Va por la acera pensando en sus cosas. El calor. Aún no se acostumbra a respirar con la mascarilla. No sabe cuánto durará esto. Nadie lo sabe. Todas las comidas que tiene por delante y ni idea de cómo podrá hacerlas. Un tipo en bicicleta, alto y delgado, pasa cerca de él hablando solo. «Repetirlas en voz alta como único recurso. Conjuro que hará aparecer esto que no quiero perder». Coño, esto cada vez está peor, piensa. El encierro y el hambre están volviendo loca a la gente.